viernes, 10 de abril de 2009

El otro que no me gusta ser

Que profundidad... Que agonía... Hoy las olas de todos los mares rompieron en mi corazón.

Esta noche no es diferente a otras, hubiera deseado fuera mejor. El cielo se ha cuarteado, las nubes tomaron la forma de escamas de alguna vieja armadura, una depuesta, después de años de brega... La luna deja traslucir su forma... Su luz cae sobre mi, igual a las palabras de Jesús crucificado... Señor, porque me has abandonado?

Hoy no hay campanas, hoy no hay clarines, ni laureles de gloria... Hoy el pesar de los años agudizaron esta tristeza, que hizo epicentro en mi cabeza y la medula fue el corredor nervioso que esparció el mal... No tengo palabras, mas si muchas incoherencias... Aun estoy aturdido, golpeado y trato de poner en orden mis ideas... No hay lógica, no hay poesía... Hoy no sonrió, hoy soy otro que no me gusta ser.

El tiempo y la espera fue la mascara, el silencio es la daga... Como cuesta hacer lo correcto... Como cuesta no hincar las rodillas en la arena después de la estocada. Hoy no describo el tamaño de la espada, solo pienso en el dolor que causa.

Soy otro, aquel que no me gusta ser, pero soy ...y lo callo.

2 comentarios:

Cathy Pazos dijo...

Callar no siempre es la solución a las cosas, huir, desaparecer y tampoco, pero como ayuda no?

Besitos

:P

Mandala dijo...

Alguna vez somos nosotros y no el entorno...