¿Pero sabes…? En tu paso por este planeta, has dejado huella en las personas a las que te diste a conocer, a las que te entregaste por entero, a las que regalaste tus tristezas y alegrías, tus mil y un caras, tus aventuras y desventuras, tu manera particular de ver la vida, de sentir, de reír… tu ternura, tu sinceridad absoluta.
He visto tus ojos llenos de ingenuidad invadirse de lágrimas de dolor… y sorpresa, porque no acabas de entender que has hecho mal para sentir que la vida te haya fallado tantas veces. Eres joven; y esa juventud es lo que te hace así, rebelde… y te rebelas contra una existencia así.
Mi querido Peter Pan… tu sabes que la solución no esta en volver a Nunca Jamás. Tampoco quiero que crezcas y pierdas ese niño interior que te define como quien eres… eso te mataría. Pero si que uses la rebeldía de tu corazón para cambiar todo lo que no te gusta de esta vida.
Busca en tu bolso el polvo de hadas que campanita dejo ahí, para ti. Vuela alto Peter. Saca esas fuerzas, que dices ya no tener y pelea por una vida mejor. Si te has enfrentado a garfios y dragones ¿no te vas a enfrentar a todos los villanos de esta tierra?
Contempla todo lo bello que nos rodea. Recuerda todo aquello que ha estremecido tu alma... Piensa en un amanecer, tus dibujos de niño, el olor del mar, la brisa de la playa, esa sonrisa, el abrazo que llega en el momento oportuno, tus canciones, las miradas, las voces amables, los pájaros surcando el cielo en libertad… Piensa en todo aquello que te hace feliz y vuela otra vez. Llénate de vida nuevamente.
Agarra las riendas de ese potro de paso que es tu vida y disponte a vivirla y disfrutarla. Silba tu canción, mira el atardecer y piensa en el mañana… porque ese mañana, mi querido Peter Pan, es todo tuyo. Y nuestro también.
"La decepción es finita
y debemos afrontarla,
pero la esperanza es infinita
y jamás debe perderse".
(Martín Luther King)